Cuándo cambiaron nuestros hábitos de estudio e investigación, adquirimos o mejoramos habilidades y afinidad con el uso de herramientas y plataformas digitales.
Algo que simplemente no podemos hacer, es dejar de capitalizar el conocimiento, comportamiento y experiencia generada durante los momentos más duros de la pandemia y confinamiento.
Los meses de asincronía, desarrollaron habilidades digitales, de investigación y aprendizaje que deben ahora integrarse en un modelo de doble hélice (Digital + Tradicional colaborativo) para rediseñar metodologías y procesos de enseñanza.
Solo así, lograremos mejorar las capacidades y cubrir necesidades con los recursos y plataformas ahora más disponibles que nunca.
Contamos con la oportunidad de hacer que la presencialidad sea justificada y se combine con virtualidad, también justificada, sobre procesos y herramientas que permitan contar con secuencias de aprendizaje y acompañamiento personalizadas y alineadas a objetivos, capacidades y avances logrados y necesarios.
¿El cambio en los hábitos durante la pandemia pueden lograr mejorar y cambios en la propia concepción del aprendizaje intencional?

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